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En Putumayo claman por Cese al Fuego

  • Especiales *elmacizohuila.com
  • 14 jul 2015
  • 3 Min. de lectura

La guerrilla de las Farc opera en el Putumayo con tres frentes: 32, 48 y el 49.

Los 350 mil habitantes de un territorio considerado “caliente”, ya no soportan ser víctimas directas e indirectas del conflicto armado, promovido por la guerrilla de las Farc desde principios de la década de los 80 y que ha cobrado miles de víctimas entre hombres, mujeres y menores de edad de todo tipo de condición social, pensamiento político y creencia religiosa.

Las últimas acciones de la guerrilla se han concentrado en esta región de Colombia, al punto de que muchos la reconocen como una de las principales zonas afectadas por la gravedad del conflicto armado.

Por eso la mesa departamental que conforman organizaciones sociales, campesinas, indígenas y afros; las mujeres de la Red Tejedoras de Vida; la Ruta Pacífica, la Iglesia Católica y las autoridades civiles departamentales, están solicitando que el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc firmen el acuerdo de paz o, por lo menos, que se materialice el cese al fuego, para que terminen los actos de violencia cotidianos en los municipios del medio y bajo Putumayo.

Dichas identificaciones son las oficiales hechas por la División Sexta del Ejército, en cuyo reporte no quedan incluidos los llamados milicianos o auxiliadores, que pueden llegar a más de mil en el departamento.

Las Farc en un radio de acción en los municipios de Villagarzón, Puerto Guzmán, Puerto Caicedo, Leguízamo, Puerto Asís, Orito, Valle del Guamuez, y San Miguel, han realizado una alianza estratégica con la banda del narcotráfico conocida como ‘La Constru’, para el cultivo de matas de coca y el tráfico del alcaloide que envía hacia Ecuador a través de los 292 kilómetros de frontera. El grupo armado ilegal ha montado pasos fronterizos para sacar el estupefaciente que, en ocasiones, le cancelan con armas de largo alcance, para fortalecer a los hombres de la guerrilla y de la misma banda delincuencial.

En el Putumayo hay 7000 hectáreas sembradas con matas de coca, siendo la región de Puerto Asís la más cultivada.


LOS ATAQUES


Bien sea porque tenga relación o no con la actividad del narcotráfico, la guerrilla en el Putumayo también desarrolla una agresiva campaña terrorista. Durante 2015 ya ha cometido 21 atentados contra la infraestructura petrolera en los 435 kilómetros de oleoductos, derrame de 19.725 barriles de crudo, lo que ha generado un grave impacto ambiental en el corredor Puerto Vega-Teteyé, en la vereda Las Cabañas y Quebradón, zona de Puerto Asís; en el corredor Campo Alegre-El Tigre, de la jurisdicción de La Hormiga, y en las veredas Siberia y Luzón, de la jurisdicción de Orito; en la vereda El Sol, del municipio de San Miguel, y en Jardines de Sucumbíos, en el límite entre Orito e Ipiales.

También atacaron con explosivos un pozo petrolero en La Carmelita, jurisdicción de Puerto Asís, lo mismo que las estaciones de Policía del Puente Internacional de San Miguel, El Tigre, Puerto Guzmán, La Dorada y Puerto Limón, y ha realizado dos arremetidas con cilindros de gas y tatucos contra dos batallones militares, en el corregimiento de Santana y en Puerto Asís, donde no se presentaron daños materiales, pero sí tres personas heridas, entre ellas un soldado de la Brigada Móvil 13.


A parte de éste último, en 2015 se cuentan dos policías muertos y otros siete soldados y tres policías heridos. Contra la población civil, han ocurrido 70 homicidios entre 2014 y lo que va corrido de este año, que la Policía considera fueron perpetrados por las Farc y la banda ‘La Constru’.

La Policía ha logrado la captura este año de 42 guerrilleros, mientras que el Ejército reporta 23 capturas.


LAS AMENAZAS


El accionar de los grupos ilegales en el Putumayo, la guerrilla y la banda criminal, genera tanta presión entre los pobladores del departamento, que en el primer semestre del año se presentaron ante las autoridades 4701 personas para reportar amenazas. Los motivos son diversos e incluyen el que algún miembro de la familia haya realizado el servicio militar o se haya vinculado a la Policía; a estas víctimas, consideradas con los casos más graves, las Farc las ha obligado a salir de la zona.

Con ese panorama de violencia y temor, conocida la noticia desde La Habana, por parte de los principales jefes de las Farc, de que a partir del 20 de julio ese grupo ilegal entrará en un cese al fuego unilateral, se sintió un alivio entre la comunidad putumayense, ya que los acuerdos anteriores fueron respetados y no se presentaron actos de violencia.

* Con Información de Colprensa

 
 
 

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